Crêpe de camarón y langosta
Qué mejor manera de iniciar esta sección que con una entrada que habla sobre... una entrada. Pero no cualquier entrada ¡oh no! este no es su típico platillo de entrada de deditos de nada o sopitas ponguiadoras. Ningún plato de pan de ajo pa' calmar el hambre mientras viene el plato de a de veras.
Permítanme hablarles acerca de la entrada más rica del mundo: la Crêpe de camarón y langosta. La sirven en el que, según el juicio del Flaco que come, es el mejor restaurante de comida italiana en San Pedro Sula: Bel Paese (que se traduce a Bello país, refiriéndose a Italia y no al nuestro, naturalmente). Hay muchos restaurantes de comida Italiana actualmente en nuestra ciudad, prácticamente todos ellos enfocados en la elaboración de Pizza.
Si pizza rica es lo que quiere, vaya a La Albahaca. No pierda dinero ni tiempo. Es la mejor, sin lugar a dudas y por lejos de la competencia. Si quiero algo diferente a pizza, vaya a Bel Paese. Jamás nunca vaya a Hasta la pasta, metedero de viejas turcas pedorras donde la comida es pésima.
Repito: jamás nunca vaya a Hasta la pasta.
Bel Paese. El lugar, ubicado ahí por el boulevard de los Gordos (el flaco que come se disculpa desde ya por las pésimas direcciones), brinda una experiencia totalmente casera, desde la tenue iluminación hasta sus mesas y sillas.
El flaco que come sugiere no pararle mucha bola a la carta, sino más bien pasar adentro y ver que han preparado para el día. Tienen un especie de buffet adentro con platos especiales que cambian según temporada, día, etc. Lo mismo con los acompañantes.
Ahora bien, el flaco que come no come mucho, así que pedir una entrada antes de un plato principal suele ser un error, pero aquí vale la pena darse el lujo. Ahora que lo piensa el flaco que come..., las crepas son de origen francés... ¿o no? Bueno, nos importa un carajo. Queremos que coma rico, no darle un título en pedantería.
Y si de rico se trata, hermanos en la Uva, pocas cosas en la vida mejores que este platillo. Los amantes de los mariscos, como yo, se derretirán. Dentro de la fina masa, viene una mezcla del camarón y la langosta con una textura como de puré. Todo bañado en una cremita blanca, la cual no tengo idea de qué está hecha pero acentúa el sabor de los mariscos enormemente dejando un leve dejo dulce al final.
Un espectáculo. Probablemente lo más rico que he probado en el mundo.
El platillo es pequeño y bastante ligero, por lo cual el precio puede resultar un poco alto. Pero como el flaco que come es motor 1.0, con una entrada a veces le basta y sobra, como fue el caso en esta velada en particular.
Otro plato recomendado del lugar: Pollo al limón y si tiene la suerte de encontrar papas rellenas, ordenarlas en el acto.
- Entorno - Ambiente: 9
- Servicio: 10
- Bebidas - Comida: 10 (preguntar por jugos naturales del día, naturales de verdad)
- Precio: Es carieri, eso sí. De ir tipo cuando te acaba de caer la quincena.
- Calificación final: 9/10