…Hablando de periodistas
aprendices que dejan de serlo, en una ocasión el fotógrafo patoso se puso en
huelga de hartazón. -Tengo pija de hambre, me dijo. No hay nada aquí vos, estoy
cansado de venir al Matarino, pediré la móvil para que nos venga a traer. Le
contesté que no teníamos noticias, pero que se fuera a la mierda, a comerla, yo
me quedaría. Al rato miré bajarse al sujeto del canal 666 y su camarógrafo y
decidí esconderme, le pillaría el culo a donde sea que fuera. Noté que no se
dirigía a Relaciones Públicas, supe que había notición, alguna denuncia, algo
había. ¡Maldito recluta patoso!
Subió al tercer piso, jum…
¿Maternidad? jum… ¿nacería el bebé apocalíptico que siempre inventaban que
nacía? Ya saben de que hablo: nace un bebé feo, una enfermera o una doctora lo
hacen notar en voz alta y luego el bebé desgraciado les responde -Peores cosas
verán a finales de diciembre, o algo así, luego el Little Monster muere, el
rumor se extiende y la gente asustada decide ir al culto o a la iglesia con
mayor regularidad. La historia varía, a veces es a un entusiasta carnicero de
Medina al que un salmón convulsionante y resbaloso le conversa y este queda
trastornado, con fiebre de semanas, a veces la enfermera o la doctora muere, en
fin…estupideces de la gente.
No se por qué imaginé eso, quizá
estaba muy estresado y hambriento, deliraba, comenzaban a quemarme a gran
velocidad mis 22 candelas de cumpleaños. La mayoría de mis compañeras ya
estarían almorzando con sus novios o hasta echando un rapidín (los periodistas
se adaptan a querer tener vida propia), quizá solamente Carlos Peiting estaría
vagando todavía a la una de la tarde. Éramos más que el sexo débil en la
SPS…nuestros jefes-señores feudales habían dejado jorobarse por las féminas
reporteras y a nosotros, los únicos vergones de la sección…nos tocaba chuco.
Esto aceleró mi aprendizaje, a veces la sección dependía de mi únicamente
porque mi “camarada”, se iba a reportajes especiales y la única periodista
trabajadora pasaba atestada ¡foc! no sé por qué me siento todavía orgulloso,
esto es una mierda, ya me puse nostálgico.
Esperé un par de minutos para
cruzar por la guardia de enfermería, no quería parecer tan obvio. El pequeño,
negro y sonoro Satán de traje y corbata me miro con alegría. –Colega, apóyeme,
la señora no quiere hablar, si nos mira a los dos podemos sacarle algo, meterle
presión, me acomodé el gafete ¡Maldito recluta patoso!
La señora estaba de espaldas,
pegada a una ventana y el camarógrafo hacía lo que parecían tomas de apoyo a un
pequeño niño sentado en una cuna que meneaba su manito jugando con un chin-chin
invisible, sonreía como solo ellos pueden hacerlo. -Señora, viene un reportero
de Luciérnaga Democrática, creo que es mejor que nos cuente, ya es noticia, si
no quiere salir en televisión sacaremos únicamente al bebé, se lo prometemos.
La señora se limpió las lágrimas
y habló: -¿Lo prometen? les diré todo lo que quieran. – Mire, yo ni fotógrafo
traigo, así que despreocúpese ¡Maldito recluta patoso! –Yo le voy a decir la
verdad, pues mire, la madre de este muchachito es hija mía, está loca desde
pequeña es así, se aprovecharon de ella y bueno…este es nietecito mío, yo lo
cuido, la nana ni cuenta se da de nada, el caso es que le di de comer sardina y
se la tiró por todo el cuerpecito, ya sabe, era la hora de la cena y lo coloqué
en la hamaca. Salí a comprar a la pulpería y dejé la puerta abierta, cuando
regresaba doña Carmen una señora vecina mía salió gritando que un perro había
entrado y le había mordido la cununita a mi niño, yo no sé lo que pasó se lo
juro, la loca de la mamá lo bajó de la hamaca, no sé, el niño gritaba y yo grité
y grité con más fuerza pero nadie me hacia caso, estaban viendo el partido de
la selección…lo tomé todo ensangrentado y me lo traje para acá ¡Maldito
fotógrafo patoso!...
2 comentarios:
Hey, está chingón este fragmento. De volada me compro varios ejemplares de "Las confesiones de un aprendiz de periodista antirrevolucionario" y se los regalo a algunos periodistas que andan por ahí, a ver si se reconocen los muy cabrones. ¡JJB solo ocupó unos meses en la redacción para pillar a los redactores y foteros con los pantalones caídos! Ja, ja.
Jajaja, estaremos pendientes entonces. En las próximas semanas le mandaré los textos provisionales de la novelita para que les eche un ojo, un saludo.
Publicar un comentario