27 febrero, 2011

Capítulo #3: Mi madre es la muerte


image
“The woman who either knowingly or involuntarily kills you is always someone you love, and she’s always your next life’s mother. This is why Moms are so obsessively loving, why they try so hard no matter what private troubles or issues or addictions they have of their own, why they seem to value your welfare above their own, and why there’s always a slight, like, twinge of selfishness about their obssessive mother-love: they’re trying to make amends for a murder neither of you quite remember, except maybe in dreams.”David Foster Wallace
“Mi madre es la guerra.” – Thomas Pynchon

La muerte es siempre alguien que tú conoces. La muerte llega siempre de la mano de un (supuesto) amigo o (supuesta) amiga, de un familiar, de alguien que está cerca. La muerte usualmente es la persona que amas. La muerte siempre está cerca-na.
Sí, ha llegado la hora de ponernos graves puesto que ahí está nuestro Juan o Pedro o Darío o Santiago o Jesús o Pablo, con señor revolver en su mano que tiembla… bastante. Así, pues, pueden ir pensando en eso un poco allá en el fondo de sus cabezas mientras yo continúo pintando la bonita escena.
Él está absolutamente callado y el resto de su cuerpo permanece inmóvil. Parece tranquilo, pero podemos estar seguros de que adentro se están sucediendo todo tipo de desastres. No suda ni tampoco está llorando. Él piensa, lleva horas pensando. Caóticamente, claro, pero ya en esta última fase (la de La Pistola En La Mano) todo ha devenido en una serie de frases.
Observo, asombrado, como desaparezco lentamente.
Él sabía muy bien que yo la amaba. Ella sabía muy bien que yo la amaba. En cambio yo…
Yo ya no podría confiar en la gente.
Nunca vuelve.
Nunca más un cigarro nunca más nada.
¿Será mi madre?
Muy lindas, sí, pero hay una especial. Una que lo ha atormentado toda su vida, una que durante muchos años permaneció indescifrada, perfecto misterio. Una frase aparentemente sencilla y diríase incluso que hasta trivial, tonta, vacía y tal. Una frase que no empezó a comprender hasta que se mató su padre, cuando aprendió que había gente tan pobre (hijo de puta el que haya pensando en dinero), que la cosa se podía poner así de mal, que había gente que se mataba… Supo entonces que era un D e s i g n i o. Podría usar más adjetivos para rimbombar la oración pero esa sobra y basta, ¿o no les parece?
Los hijos de puta movieron sus cabezas de lado a lado.
Esa no es la frase. La frase es esta: Vas a renunciar. Esa es toda la frase: vas a renunciar. La ha estado escuchando intermitentemente durante toda su vida, desde que tenía unos 9 años. Es raro que pase un día sin escuchar La Frase, sin verla. Y venía en cualquier momento, ya estuviese bebiendo, bailando, follando, cagando: renunciar, renunciar, renunciar, renunciar. Renunciar. Sin saber, no hasta hace pocas horas, que la frase contenía ahí dentro su pequeño proyecto de vida. Comprendía todo ahora, estaba en calma. Los pensamientos, toda frase e idea se detuvieron. Y su mano, la que antes temblaba, se dirigía firmemente hacia su frente. Sintió el frío metal en su sien (la última cosa que sienta?) y cerró los ojos. El Proyecto, ahora iba a realizarlo. Pero pausemos:
The truth is that the hours before a suicide are usually an interval of enormous conceit and self-involvement.
And that is it, sí. El hombre sabe lo que dice: poco después de escribir eso se mató. Su nombre era David Foster Wallace y escribió un libro ambientado en el futuro. Murió hace siglos y todavía hay quienes lo recordamos. Nuestro individuo de hoy era contemporáneo suyo y no escribió nada. Tampoco aprendió a tocar la guitarra. Amartilla el arma, clack:
Mi madre es la guerra.
A veces pienso en renunciar.
¿Podréis beber la copa que yo beberé?
Ahora es invierno en mi sien.
Cada mañana.
Inconsolable amor.
Éramos tan felices.
Bye bye, blackbird.
Mi madre es la muerte.
La última cosa que sienta será llamada Libertad.
Una última seguidilla, estaba en todo su derecho. Y ahora Bang, es decir, fin.
***
I was making noises in my sleep
But you wouldn't believe me when I told ya
That I wasn't with someone in my dream
Catfish were wriggling in blood and gore in the kitchen sink
Yeah, I told ya
I told ya
I told you
Now sweetie, promise me
That you won't sing
This sad song, grim augury…
***
Todo la gente que fue esa noche al bar (Unacasaparasiempre), es decir, los 6 ó 5 modernos ahí presentes, aplauden. Bueno, uno de ellos prefiere empinar su Salva Vida y otro va al baño y aquella anormal se está armando lo que parece un porro, pero han habido noches peores. Yorch, gracioso como siempre, ebrio como siempre, se inclina para recibir la ovación y se retira a su camarín. Ahí está Junio sentado en su silla de ruedas, fumando un cigarro.
“¿Qué tal te fue?”
“No tan peor. Creo que el final de la historia los espantó un poco pero tranquilos excepto cuando sonó tu primera canción. ¿Qué mierda era esa de she was just a visitor a visitor a visitor a visitor, de dónde la sacaste? Espantó a las únicas dos Gagas que llegaron hoy…”
“Me alegro. Me costó mucho conseguir esa canción. Los Gagas no saben nada de música.”
“Pero follan como nadie…”
“Pueees.”
“Pues bueno, ¿qué esperás para terminar de espantar a la clientela?”
“Ya voy, ya voy…”

No hay comentarios: